Especificaciones sobre la pesca del lucio
Lo he experimentado en multitud de ocasiones: prestar la debida atención a los detalles en la pesca del lucio, ¡puede marcar la diferencia!. Más allá de prestar suficiente atención al equipo, existen otras particularidades que determinan el desenlace de una jornada de pesca. La sonda delata la presencia de lucios grandes junto a un bálamo de peces pasto, en un área con acceso a aguas profundas. Has barrido la zona con tus señuelos y no hay respuesta. ¿Qué falla cuando la acción no llega?.
Los lucios en modo neutro exigen ajustar la presentación al máximo. Generalmente, existe un elemento de cobertura dentro de la estructura que desencadena los ataques. El artificial debe pasar muy cerca, ya que la ventana de ataque se habrá reducido. Con precisión de cirujano, hay que poner el señuelo en el lugar exacto. 1) Localiza este «spot on the spot».
Otra situación habitual es la de grandes mamás lucio que yacen sobre el lecho de las aguas sin ganas de moverse. A menudo solo morderán un señuelo que pase golpeando el fondo, estilo «bottom bouncing». Navega tu artificial un poco por encima y será ignorado. Si las medias aguas no producen, hay que buscar más abajo. De nuevo, lo creas o no, puede ser cuestión de decímetros… 2) Controla la profundidad.
Ya sea con un artificial de movimiento mecánico -tipo crankbait- o manual -como una criatura de vinilo-, hay que probar hasta detectar qué quieren morder los esócidos. Hay veces que prefoeren una presentación lenta y sutil a una acción agresiva. O justo al co trario. A principios de temporada, con las aguas aún frías, unos pocos grados puede marcar la diferencia. Es perfectamente posible que a primera hora lucios quieran un tipo de señuelo -como un jighead + remolque- y a la tarde, uno completamente distinto -tipo spinnerbait- 3) Controla la acción y la velocidad de presentación.
Una vez sabes donde y cómo pescar, ¿qué papel juegan el tamaño y el color del señuelo?. Los pescadores de lucio tendemos a emplear cebos cada vez mayores, porque es verdad que a estos lobos les gustan las presas grandes. ¡Hay días en que solo unos centímetros atraen a los peces récord!. Pero lo contrario también se cumple y los artificiales de talla contenida tienen su momento. La clave es saber cuando emplearlos. Más aún: aunque el lucio percibe los colores de un modo distinto al nuestro -especialmente en con escasa penetración luminosa- se trata de peces caprichosos a la hora de decidir si atacar un color u otro. No siempre consiste en imitar las presas que está consumiendo. A veces, las terminaciones en tonos abigarrados pescan los trofeos. Hay que mantener una mentalidad abierta y perder el miedo a experimentar. 4) Si algo no produce, ¡cámbialo!.