Pesca del Jurel en las Islas Bijagos

Jacks y Trevally en el Paraíso de las Bissagos

Después de un intenso viaje por las hermosas Bijagos, donde sus tradiciones se mantienen intactas, podría contaros mil historias increíbles. Quizás hablaros del Rey de Canhabaque, del quien cuentan que tiene seis dedos en cada mano. O de los excepcionales hipopótamos de agua salada en Orango, donde donde existe una sociedad matriarcal. Incluso de Meio, el santuario donde desovan miles de tortugas verdes de África occidental.

Pero os hablaré del toro, jurel común o de aleta amarilla (Caranx hippos) y sus hermanos de sangre el Jurel de Fischer o Trevally (Caranx fischeri) y el Jurel de Senegal (Caranx senegallus) quienes es estas aguas someras de clima tropical, quienes evaluados en un ratio de potencia por kilo de peso, no tienen parangón con ningún otro pez.

Hay otros carángidos cercanos, como los preciosos y elusivos Pompano Africano (Alectic ciliaris) y Pompano alexandría (Alectic alexandrina), pero esos peces de plata, son motivo de otro post (enlace: «Especies de Pesca Deportiva en Bijagos«).

El Jurel de Bijagos se pesca en zonas rocosas, a veces entre bancos de arena en aguas abiertas, donde los carángidos de todos las tallas persiguen a los bálamos de sardinas, bongas y mújoles. En un escenario tan inmenso, la elección del objetivo de pesca es clave. Pero Antonio, nuestro guía, conoce bien cada recoveco. Cuando estos bólidos están de caza, hay que permanecer atento y lanzar el señuelo cerca de la refriega. El tremendo ataque no se hace esperar. Entonces comienza una violenta lucha de intensidad desconocida para el profano. El jack es el rey.

El mejor equipo está compuesto por una caña de potencia intermedia (entre 80 y 150 g), línea de multifilamento trenzado entre 50 y 65 lbs (enlace: «El Grial de las Líneas Trenzadas»), un carrete de spinning talla entre 4500 y 5500 (enlace: «Seleccionando un carrete de spinning para saltwater») y un bajo de monofilamento de aproximadamente 1 metro de longitud para evitar la abrasión con las rocas de fondo, que deberás unir a la línea madre con un nudo FG.

ADEMÁS DEL JUREL COMÚN, PESCAMOS JURELES DE FISHER Y DE SENEGAL

En cuanto a la selección de señuelos, el jurel toro o de aleta amarilla (Caranx hippos) está siempre más predispuesto a atacar los señuelos de superficie (enlace: «Poppers para agua salada»), prefiriendo tamaños entre los 130 mm del Duel Hardcore Popper Bullet Bull y los 150 mm del Yo-Zuri Bull Pop, aunque también atacan artificiales mayores. Además, hay que contar con una buena provisión de minnowbaits (enlace: «Stickbaits y Pencilbaits para Saltwater»), como el X-Rap saltwater, Duo Beach Walker, Smith Saruna, Duel Hardcore minnow, Bassday Gyokusai, etc también de tamaños intermedios, para cuando se quiere tantear las áreas rocosas, lejos o cerca de la costa, y los jureles no quieren morder arriba.

Bajo las pajareras de aguas abiertas, aparte de caballas sierras (Spanish makerel), agujas, barracudas y pompanos es frecuente dar con buenos ejemplares de jack crevalle. Allí lo mejor son las cucharas de lanzado para saltwater, como la Acme Kastmaster, Luhr Jensen Krocodile, Robert Lures, etc), compactas y pesadas, para lanzarlas el infinito y recuperarlas a toda pastilla. Hay que cambiar los anzuelos cada pocas capturas y llevar una piedra para mantenerlos siempre afilados. Uno nuca puede tener la certeza de cuando va a morder un monstruo. En este archipiélago, las fuertes corrientes sumadas a las mareas influyen notablemente sobre los peces. Hay que estar en el lugar adecuado durante los periodos de bonanza.

En las Islas Bijagos se encuentra uno de los mejores destinos de pesca mundial de jack crevalle. Entre octubre y mayo, cuando dura la temporada de pesca en Guinea Bissau, fuera de la estación de lluvias, puedes esperar una pesca que no tiene parangón con ninguna otra. ¿Será por eso que los que han visitado Bijagos, lo llaman ‘El Paraíso’?

Agradecimientos: Sr. Eric SAUTIRAN Lodge Les Dauphins, Miguel Sanz Viajes y Aventuras de Pesca.

La Pesca del Jurel o Toro

Jack Crevalle : Amo de la Velocidad

Los grandes jureles (Caranx hippos), propios de las costas de los mares templados, no son sencillos de encontrar, pese a tratarse de uno de los carángidos mas abundantes en las aguas templadas tropicales y subtropicales. Mas complicado resulta aún echarles el guante. Estos carángidos soportan un amplio espectro de salinidades. Habitualmente pueden localizarse cerca de la costa, en zonas de arrecifes someros o manglares en la bocana de los ríos; lo que se conoce como pesca ‘in-shore’.

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Su combinación de colores plateados, dorados olivas y amarillentos es sensacional. Un rasgo característico del jack crevalle que le hace inconfundible es una mancha negra en la base del opérculo branquial. Con su cabeza chata y poderosa -donde posee una cubierta cartilaginosa- es también conocido bajo el nombre de «toro» o jiguagua. Sus grandes ojos de un gran depredador y sus desarrolladas aletas laterales con aspecto de ala no dejan lugar a ninguna duda: a los jacks les encanta el juego de la alta velocidad…. Cuando acorralan un bálamo de peces presa y deciden devorarlos, la conmoción que crean en superficie es realmente sobrecogedora.

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Aunque pueden capturarse con jigs y plugs sumergidos, la máxima sensación para la pesca de del «bulldog del mar» es su pesca con señuelos de superficie. Entre los artificiales mas productivos, los paseantes y poppers XXL ocupan el primer puesto en el escalafón. Imagina un bólido a toda velocidad impactando como un torpedo sobre tu señuelo de superficie. A menudo patrullan en grupos por aguas poco profundas en busca de un banco de peces pasto con los que darse un festín. A los grandes jureles, que son predadores oportunistas, les encanta destrozar cualquier artefacto que alborote en superficie y ose retar su aceleración sin igual. No es difícil quedar prendado de estos adversarios fuertes y resistentes.

Aunque el ‘jack’ puede alcanzar los 120 cms de longitud y hasta 26 Kg de peso, los ejemplares rondando los 10 Kg pueden considerarse auténticos trofeos y te harán sudar tinta. Si no se emplea un equipo sobredimensionado, durante los primeros instantes de lucha literalmente hay que «hacer lo que se pueda», porque el bulldog de mar es todo potencia y resulta casi imposible de controlar. El jurel común jala muy duro.

Personalmente, no paro de hablar de ese pez tan estupendo.

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