Pesca del Snook en Cuba
El «Centropomus undecimalis» o «snook común» es un pez subtropical de la familia de los «barramundi» australianos, presente en el Atlántico occidental desde Carolina del Sur hasta Brasil y especialmente abundante en America Central y Golfo de Méjico (Bahamas, Belize, Cuba, Puerto Rico, etc). De aspecto alargado, una librea plateada con una negra línea lateral intensamente marcada y una gran boca con una quijada prominente lo hacen inconfundible.
Su carácter voluble y caprichoso convierte su pesca en todo un desafío: un juego donde los periodos de actividad que ofrecen numerosas capturas se alternan con los de calma total en los que los róbalos parecen esfumarse misteriosamente.
Los róbalos se mueven próximos a la costa en aguas poco profundas de estuarios y desembocaduras de los ríos, en los que frecuentemente se adentran. El snook tolera un amplio espectro de salinidades, pero muy sensible a la temperatura. La mezcla de agua dulce y salada unida al el intenso flujo de peces pasto atrae sobremanera a los róbalos.
Prescindiendo de las tablas solunares, los cambios de marea marcan los mejores periodos para su pesca: durante hora antes de la marea alta junto a las primeras tres horas de la marea descendente. El snook es extremadamente sensible a las mareas: cuanto mas intensa sea ésta, mejor para el pescador.
Frente a estos fuertes adversarios, es preciso no emplear un equipo excesivamente ligero. Servirá una caña de 7 pies de largo con 1¼ oz de potencia y un carrete provisto de un freno de calidad y monofilamento de 17 o 20 libras. La boca del snook es abrasiva, pero no requiere ningún codal acerado. Los peces artificiales y los vinilos en montura de jig son muy efectivos para la pesca de este pez. Colocar el engaño lo suficientemente cerca del laberinto de ramas y raíces diabólicamente enmarañado constituye un reto apasionante y a menudo es suficiente para obtener una picada. El cambio de marea junto a una buena presentación son las claves para capturar snooks.
Una vez ha picado, el potente snook exhibirá su habilidad innata para utilizar cualquier área de obstáculos en su favor y efectuará cualquier maniobra inesperada para escapar. La madera del mangle no sirve para nada, excepto para que los róbalos puedan trabar el señuelo o romper la línea al rozar y escapar. Convertirte en un pescador experto de este oponente formidable te llevará tiempo, pero en la pesca del róbalo, el pez que ‘tira como un bonito y salta como un tarpón, encontrarás el perfecto contrincante de agua salada y una diversión sin igual.
Enlace:
Que vijos tiempos amigo, «es un robalo», decía nuestro amigo Suarito, SantiSpitu (Cu)
Nos llamaban «los robaleros de Zaza» Cuba.
¡Snooks!. Me encantaría pescar uno de esos.
hola. estoy por ir a cuba y me encataria pescar un robalo, soy pescador deportivo y aca en mexico pesco robalos, me gustaria saber de lugares para pescar snooks o robalos y saber si hay algun guia que me pueda llevar.
gracias.
En las aguas salobres y proximidades de desembocaduras de los ríos encontrarás a estos fantásticos adversarios.
¡Suerte!